El Botox, marca más popular de la toxina botulínica, es una neurotoxina. Se trata de una proteína altamente purificada que resulta muy segura a las dosis aplicadas en dermatología estética y que suele ser el tratamiento de elección para las arrugas de expresión del tercio superior de la cara, entrecejo, frente y “patas de gallo”.
¿Cómo actúa el botox?
La toxina botulínica actúa en la unión neuromuscular, región de transición entre el nervio periférico y el músculo donde se produce la acetilcolina que es un neurotransmisor esencial para la contracción muscular. La toxina botulínica o botox bloquea la liberación de este neurotransmisor de forma local y segura, produciendo una relajación temporal de la musculatura, sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas o musculares.
Su uso en medicina estética comienza de forma accidental en el año 1987 cuando la Dra. Carruthers trata a una paciente afecta de blefaroespasmo. En la actualidad la toxina botulínica está aprobada por la FDA (food and druf administration) y la EMEA (agencia europea de medicamentos) para el tratamiento de las arrugas de expresión por su gran calidad y seguridad.
Tratamiento de las arrugas de expresión con toxina botulínica o botox.
En este artículo haremos referencia a la aplicación de la toxina botulínica para las arrugas de expresión, sin embargo, tiene otros usos como en el tratamiento de la hiperhidrosis que comentaremos en otro artículo.
La contracción de los músculos faciales, en concreto del tercio superior de la cara, de forma repetitiva con el paso de los años, puede ocasionar surcos en la piel visibles incluso en reposo, que se conocen como arrugas de expresión. Estas arrugas son especialmente frecuentes en personas con una expresión muy marcada o que contraen incluso de forma involuntaria el entrecejo.
Las arrugas de expresión suelen aparecer en forma de líneas verticales en el entrecejo, líneas horizontales en la frente y líneas radiales en los laterales de los ojos (“patas de gallo”), por lo tanto, la toxina botulínica debe inyectarse en los músculos responsables de la contracción en las zonas faciales mencionadas. Estos músculos son:
- Proceus: entrecejo.
- Corrugador: debajo de la ceja.
- Frontal: en la frente
- Orbicular: alrededor de los ojos.
Aplicada con precisión y conocimientos de la anatomía facial, la toxina botulínica suele dar resultados muy satisfactorios para los/as pacientes, con un aspecto más rejuvenecido de la cara, sin arrugas o con unas arrugas mucho más suavizadas, con una mirada más abierta y con una expresión natural y relajada.
Preguntas frecuentes sobre el tratamiento con toxina botulínica
¿Cuándo veré los resultados?
Al cabo de 2-3 días ya notarás el efecto, incluso algunas personas lo notan a las 24 horas, sin embargo, la toxina botulínica puede demorar hasta 15 días en ser completamente eficaz.
¿Cuánto durará el efecto?
Los efectos de la toxina botulínica suelen durar entre 4 – 5 meses, teniendo en cuenta que puede haber variaciones entre individuos. Pasado este tiempo el músculo volverá a contraerse de la forma habitual. La toxina botulínica no causa adicción ni efecto rebote, de hecho, tras varias aplicaciones es probable que tenga un papel “educador” en el músculo y cada vez se irán atenuando más las arrugas de expresión.
¿Qué debo saber sobre el día del tratamiento?
Luego de realizar el tratamiento con toxina botulínica podrás incorporarte a tus actividades diarias y laborales, sin embargo, debes tener en cuenta lo siguiente:
- No debes masajear las zonas inyectadas, para evitar que el producto se extienda a otras zonas.
- No debes tumbarte hasta pasadas unas 4 – 5 horas del tratamiento.
- Evitar exponerte a temperaturas extremas y evitar realizar actividad física intensas las primeras 24 horas.
- Podrán aparecer pequeños hematomas en las zonas inyectadas, son poco frecuentes y suelen resolverse a los pocos días.
- Tú médico te informará de otros aspectos para tener en cuenta y debes preguntar todas las posibles dudas.
¿Cuándo está contraindicado el uso de la toxina botulínica?
Estaría contraindicada en:
- Embarazo y lactancia.
- Hipersensibilidad a toxina botulínica o a los excipientes de la formulación.
- Infección activa.
- Algunas enfermedades neurológicas, de la neurotransmisión o debilidad/atrofia muscular (miastenia gravis, síndrome de Eaton-Lambert o esclerosis lateral amiotrófica, disfagia y/o broncoaspiración).
- Trastornos de la coagulación o toma de anticoagulantes sin dosis ajustada.
Debes comunicar a tu médico todos tus antecedentes patológicos, medicación habitual y si tienes alergias a medicamentos.
Referencias bibliográficas
- Alam M, Tung R. Injection technique in neurotoxins and fillers: Indications, products, and outcomes. J Am Acad Dermatol. 2018 Sep;79(3):423-435.
- Ruiz-Rodríguez R, Martin-Gorgojo A. Ten Mistakes to Avoid When Injecting Botulinum Toxin. Actas Dermosifiliogr. 2015 Jul-Aug;106(6):458-64.